Si algo nos ha dado la experiencia al viajar es que al empaquetar nuestras cosas distinguimos dos tipos de elementos en nuestra maleta: los importantes y los secundarios. Esto, que parece obvio y básico, a veces nos pasa por alto y cuando se nos olvida alguno de los objetos que forman parte del pack “importantes”, a todos o casi todos, irremediablemente se nos cae el alma a los pies, maldecimos nuestro despiste y casi que nos gustaría volver a casa a buscar lo que tanto vamos a echar de menos durante nuestro viaje. Es por eso que aquí te dejamos un listado de todas las cosas que tienes que guardar un espacio y meter primero en la maleta para que tengas un viaje placentero y sin quebraderos de cabeza:
El cepillo de dientes es el uno de tus mejores amigos durante el viaje. Si quieres conocer a nueva gente o simplemente mantener la buena compañía no se puede dejar que te olvides del pack de pasta de dientes y con el cepillo de dientes. Tú lo agradecerás y los de tu alrededor también.
Las gafas es una de las cosas indispensables e irremediablemente importantes si en tu día a día las necesitas. Olvidarlas despierta uno de los sentimientos más frustrantes que puedes tener durante el viaje, la situación es casi para darse golpes contra la pared. Y algo que no parece tan obvio pero que es igual de importante es la funda de las gafas. Que levante la mano aquél que nunca ha querido guardar las gafas en el bolso o en la maleta porque no las necesita en aquél momento y no tenía dónde hacerlo. Y ha tenido que seguir llevándolas puestas, envolverlas en papel de baño o en una camiseta o arriesgarse a meterlas en el bolso y que la suerte hable por sí misma…
Las lentillas y el líquido de lentillas es un dúo que tiene que estar en tu neceser si tienes problemas de visión y pretendes pasearte sin gafas. Dejarse las lentillas cuando estás acostumbrado a salir con ellas es una de las situaciones más incómodas que puedes vivir durante tu viaje.
El boli, ¡qué gran aliado! Un boli sirve para todo en cualquier situación. Debería ser como una extensión de tu cuerpo. En cualquier momento puedes necesitar uno y si no lo tienes será desesperante. Un bolígrafo soluciona situaciones, facilita la comunicación entre la gente del país y tú, indica la buena dirección o incluso puede que apunte algún teléfono interesante… y el papel será el soporte que necesites en el caso que no tengas nada donde escribir.
Las tiritas son esas bandas que pueden salvarnos muchas caminatas o otras pequeñas situaciones en un momento. En el momento menos pensado podemos necesitar alguna y si caminamos como normalmente se camina en los viajes, puede que sea una de las cosas que más eches de menos si durante tu aventura no las tienes a tu alcance.
Después de un largo día, cansados y ya adentrada la noche llega el momento de abrir la maleta para ponerse el pijama. Con confianza, empiezas a desmontar tus camisetas bien dobladas por que no sabes dónde has metido tu pijama tan comfortable y querido. Y buscas y buscas y hablas en voz alta hasta que finalmente llegas a la conclusión de que te lo has dejado y tienes que espabilarte como puedas: reciclar la camiseta que has llevado durante todo el día, sacrificar alguna de las que tenías pensado ponerte… y hacer lo mismo con los pantalones. El pijama a menudo es el amigo olvidado que tienes que subir ya a los primeros puestos en tu lista para no tropezar otra vez con la misma piedra.
Otro de los camaradas más queridos durante los viajes y que a menudo muchos de nosotros nos las dejamos. Las zapatillas, aquellas superficies tan cómodas que impiden que nos entre el frío en el cuerpo cuando andamos por el hostal, el hotel, por la casa o por donde sea y que nos dejan desayunar en paz e ir al baño tranquilos a media noche. ¿A quién no le ha pasado que se las ha olvidado en casa y de repente, ve que su acompañante de viaje las tiene bien puestas al lado de la cama, pacientes, esperando para andar por la estancia? Y automáticamente, el sentimiento de fiasco nos ha invadido por todo el cuerpo y buscamos un sustituto inmediatamente, desesperadamente y esperamos con fe, mucha fe, encontrar algo que nos sirva de sustituto.
Indispensable si tienes por costumbre llevarla (hay quién no la usa y por lo tanto, quién no la echaría de menos). La ropa interior no deja duda que es una de las cosas que tienes que meter inmediatamente en la maleta sólo al salir de la lavadora. Y un consejo: si facturas tu maleta, siempre, siempre siempre tienes que meter al menos un conjunto más en tu maleta de mano, en tu bolso o lo que sea para que si tu equipaje se pierde tengas por lo menos dos prendas para ir combinandolas y poder lavarlas.
Si necesitas tomar medicación es básico llevarse todos los medicamentos que necesites, esto es una regla inquebrantables. Los medicamentos siempre tienes que llevarlos contigo, nada de meterlos en la maleta si pretendes facturar el equipaje. Además, es importante que te informe si en el aeropuerto pueden preguntarte por qué tomas ciertas sustancias en el caso que sean especiales, fuertes o necesiten una prescripción médica o un trato especial.
El antifaz para dormir es el mejor amante por las noches para todo aquél que no pueda dormir si los rayos de sol se cuelan por las ventanas. Además casi que no ocupa espacio, es fácil de llevar y te salvará de tener noches en vela.
Sin esto no vas a ninguna parte. Desengáñate. El pasaporte o el documento identificativo deberías tenerlo pegado a tu cuerpo porque olvidárselo es tirar por la borda el viaje, sobre todo si vas a volar en avión. Aunque no despegues y viajes con otros métodos de transporte, podría darse la situación que en el destino alguien te pida el documento, ya sea un hotel, un club, un policía o quién sea. Esto es sin duda lo primero que tienes que tener en mente al hacer la maleta.
El dinero, por muy mal que nos sepa, es uno de los elementos que más vas a echar de menos si te los dejas. Sobrevivir a un viaje sin saber cómo pagar tu comida o tu estancia es bastante complicado. Es importante que antes de emprender tu viaje sepas qué moneda se usa en tu destino, si se puede pagar con tarjeta de crédito con facilidad o qué comisiones cobra tu entidad por usar la tarjeta.
Aunque estés sano, vivito y coleando la tarjeta sanitaria tienes que llevarla siempre. Está en la misma categoría que el pasaporte y el documento identificativo. No es por que seamos supersticiosos y creamos que la salud puede fallarte en tu viaje, pero si esto falla la vas a necesitar. Y no tiene por qué ser un drama la situación, una caída en bici o una torcedura de tobillo podría ser más caro de lo que piensas.
El libro es lo típico que muchos llevan y sale en el momento menos esperado para los que no van preparados. Vamos a ponerte ejemplos de algunas situaciones en las que puedes encontrarte muy pero que muy solo si no llevas nada para leer en tu viaje: cuando el vuelo se retrasa durante 4 horas y a ti sólo te queda mirar las musarañas porque el resto de tus amigos ya están inmersos en la lectura, cuando subes al avión con ganas de charlar y el de tu lado saca el libro impaciente por saber cómo continúa el capítulo que dejó ayer a medias, cuando estás sentado con tus acompañantes en el tren para emprender un viaje de 5 horas y todos leen menos tú… y tienes la fortuna de que el trayecto es bajo tierra, cuando es la hora de la siesta y tu no tienes sueño y los que quedan despiertos leen tranquilos en sus aposentos, cuando antes de irte a dormir la televisión se apaga y en la habitación sólo se escucha el crujir de pasar página de los que duermen contigo y sí que tienen un libro… y un sinfín de situaciones más. Si los libros no son lo tuyo llévate una libreta, un cómic, una revista, un panfleto… pero llévate algo.
Los auriculares es otro de los compañeros de ocio que más vas a echar de menos si te los olvidas. Es igual que los libros, si tus amigos los llevan y tú no estás perdido. Además que es el aliado incondicional para los momentos más aburridos de los viajes puede hacer que un paseo por cualquier lugar del mundo se convierta en un lugar mágico si de repente empieza a sonar la canción que más amas en este mundo.
Es una de las cosas que deberías llevar siempre encima cuando ya estés en tu destino, ya sea en tu bolso, riñonera o maleta. Nunca sabes si tendrás una urgencia o los necesitarás en un momento concreto.
Aunque de buenas a primeras parece que el hilo y las tijeras no probablemente no las vamos a necesitar nunca, no subestimes estos dos grandes elementos. En cualquier momento pueden salvarte de una de buena y no sólo para coser un botón… quizás se te hace agujerea la maleta, se te rajan unos zapatos o cualquier otra anécdota parecida. ¡Nunca se sabe!
Normalmente en cualquier viaje cuentas con que podrás comer en algún sitio, puede que por cualquier cosa cuando llegues esté todo cerrado, que el vuelo se retrase o que simplemente te entre el hambre en el momento más inesperado o menos oportuno. En este caso, es recomendable que tengas algo a tu alcance para saciar a tu estómago, unas galletas saladas, una pieza de fruta… lo que tú prefieras.
El chicle es un amigo leal en los momentos que más lo necesitas. No siempre tenemos cerca a nuestro cepillo de dientes y el chicle nos puede ayudar a quitarnos las ganas de lavarnos los dientes y seguir nuestro día sin complejos para hablar con quién sea.
La bolsa interior para viajar es una de las cosas más seguras que puedes llevar encima durante tu viaje. Es el lugar perfecto para evitar a posibles carteristas y es un lugar interesante para llevar lo que tiene más valor como el dinero, tu documento identificativo o cualquier otra cosa.
Un viaje sin fotos es una de las pocas cosas que casi nadie contempla en sus viajes. La cámara fotográfica es el elemento que mejor recordará todos tus momentos del viaje y será una buena forma de plasmar los lugares más fascinantes o los instantes memorables. Lo importante es que tengas algún instrumento para hacerlas.
Aunque seas de los viajeros que se fían de su orientación o del criterio del otro para volver a casa, es recomendable que alguien del grupo (o tú mismo) se apunte la dirección de donde os hospedáis para poder volver a la cama sin problemas. Lo más importante es que después de apuntar la dirección te lleves el papel encima, no serviría de mucho que dejes el papel con la dirección o el móvil con la nota encima de la mesita de dormir.
Tener un diccionario a mano puede ayudarte en muchas ocasiones a resolver tus dudas en caso de necesidad. Incluso aligerar tu prisa. Nunca está demás llevarlo encima aunque según el destino que vayas puede que con tu idioma o con otro más internacional.
Si tienes alguna alergia o alguien con quién viajas la tiene podéis encontraros en una buena encrucijada si vais a un restaurante y pedís algo que no sabéis qué ingredientes lleva. Si enseñáis el cartel con los dibujos el camarero o el chef os entenderá sin problema y podréis saber si el plato que habéis pedido la persona alérgica lo puede comer. ¡Fácil!
Entra en Bautrip
Regístrate aquí
Regístrate en Bautrip
Finalizar registro
Si no lo recibes en la bandeja de entrada, quizás esté en la carpeta de spam.
Regístrate en Bautrip
Regístrate aquí