Península Osa, Isla del Caño, Parque Esferas, Corcovado


Península Osa, Isla del Caño, Parque Esferas, Corcovado
Pic by Ralph Paprzycki | Dreamstime
Centro América + Caribe - Costa Rica - Costa Rica

Península de Osa, Costa Rica

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El parque nacional Corcovado es una de las reservas biológicas más preciadas y sorprendentes de toda Costa Rica. Algunos estiman que es el lugar del mundo con mayor diversidad biológica -teniendo en cuenta la extensión del parque- cosa que lo convierten en una de las joyas de la naturaleza a nivel mundial. El parque tiene el bosque primario más grande del Pacífico americano -¡se dice pronto!- además de una fauna muy diversa. Entre los animales que viven en Corcovado hay algunas especies en peligro de extinción, como el jaguar o el cancho monte además de cientos de aves, entre otros ejemplares. El parque está en la Península de Osa, al suroeste de Costa Rica, y aunque está abierto al público, para ir hay que reservar antes.

Cerca del delta del río Diquís, también en la península de Osa, están algunos ejemplares de uno de los grandes enigmas del país y también uno de los símbolos más representativos de los costarricenses: las esferas de piedra de Costa Rica, también conocidas como las bolas de piedra. Estas imponentes esferas -repartidas en otros muchos puntos del país, entre otras cosas en la Isla del Caño, las descubrió en la década de los 40 una empresa norteamericana cuando deforestar la zona para plantar bananeros. Al principio se creía que dentro estaban escondidos tesoros y algunos de los ejemplares los dinamitaron pero pronto descubrieron que estas bolas no contenían nada dentro. Todas ellas tienen un tamaño diferente, las más pequeñas miden unos pocos centímetros y las más grandes pueden llegar a medir casi 3 metros y pesar más de 15 toneladas. Hasta el momento nadie ha descubierto de dónde vienen y el por qué de su existencia, aunque los expertos ya han desarrollado varias teorías. Su ubicación geográfica podría tener alguna explicación razonable, como la interpretación de las estrellas, aunque algunas tienen indicios de que marcaban el calendario anual. Otras teorías dicen que servían para mostrar el estatus de quienes vivían en la zona y otra de las suposiciones es que marcan la ruta hacia otros puntos del planeta. El gran enigma está sobre la mesa.

 

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